Ciberseguridad proactiva frente a reactiva

Muchas empresas hoy en día invierten en ciberseguridad, pero siguen sin estar suficientemente preparadas, y la solución suele estar en su enfoque general. La ciberseguridad reactiva y la proactiva siguen enfoques diferentes y ofrecen beneficios únicos, y estos dos enfoques también requieren procesos y herramientas diferentes para maximizar la ciberseguridad.

¿Cuál de estos enfoques de seguridad es más eficaz para tu empresa? ¿Hay alguno de ellos que ya domina en tu organización? Entender cómo la adopción de estas estrategias afectará a nuestra postura de ciberseguridad es crucial para mejorar nuestras defensas.

Qué es la seguridad reactiva

La ciberseguridad reactiva consiste en implementar mecanismos diseñados para defender a una empresa de los ciberataques y responder a los personajes maliciosos que ya han comprometido la seguridad de tu red, de forma muy similar a como nuestro cuerpo se enfrenta a las enfermedades. Imagina un virus biológico o cualquier otro virus común como la gripe, nuestro cuerpo sólo responde a estos problemas cuando entran en nuestro cuerpo, son 100% reactivos. Una vez que el virus entra en nuestro sistema, nuestro cuerpo lo identifica, a veces por primera vez, y entonces trabaja para mitigar la amenaza. La seguridad reactiva suele consistir en herramientas como el software antivirus, los firewalls, los gestores de contraseñas, los filtros de spam y los ad-blockers. El enfoque reactivo de la seguridad generalmente tiene como objetivo cubrir lo siguiente.

  • Vigilancia de la red en busca de anomalías.
  • Análisis forense y respuesta a incidentes, especialmente después de una brecha.
  • Protección antispam y antimalware.
  • Protección firewall.

Aunque la protección firewall es reactiva, a veces se considera proactiva por su capacidad de bloquear el tráfico no deseado. Es esencial comprender que, aunque la ciberseguridad reactiva es excelente para evitar que los ciber atacantes causen excesivos estragos, puede convertirse en un problema cuando las empresas confían en un enfoque reactivo como único mecanismo de defensa. Esto introduce la necesidad de estrategias de seguridad proactivas.

Qué es la seguridad proactiva

La ciberseguridad proactiva tiene un enfoque totalmente diferente al reactivo. Trabaja para evitar que se produzca un ciberataque o una brecha en primer lugar, del mismo modo que una vacuna evitaría que se contrajera la gripe. Cuando la temporada de gripe está a la vuelta de la esquina, las organizaciones sanitarias recomiendan vacunarse contra la gripe para evitar que enfermemos y nos contagiemos desde el principio. Adoptar estrategias de ciberseguridad proactivas ayudará a identificar cualquier vulnerabilidad existente en su red o sistema antes de que las entidades maliciosas puedan explotarla.

Las estrategias proactivas incluyen pruebas de penetración, supervisión de la red, auditorías de seguridad, formación de los empleados y recopilación de información sobre amenazas. Algunas herramientas de ciberseguridad proactiva son

  • Soluciones de caza de amenazas.
  • Sistemas de gestión de accesos privilegiados.
  • Herramientas de inteligencia sobre ciberamenazas.
  • Plataformas de formación en seguridad.
  • Herramientas de pentesting.
  • Sistemas de prevención de intrusiones.

Sin embargo, en caso de que se produzca una violación de datos o un ciberataque, la máxima prioridad sería dar una respuesta contundente, y eso es lo que hace la ciberseguridad reactiva.

Ir más allá de lo reactivo en el panorama actual de la ciberseguridad

Hace un tiempo, contar con simples soluciones de ciberseguridad como un antivirus y un firewall era suficiente para la mayoría de las empresas. Sin embargo, el estado actual de la ciberseguridad ha evolucionado e intensificado drásticamente desde entonces. Por ejemplo, de 2009 a 2018 hubo un aumento del 440% en los ataques globales de ciberguerra, esto es incluso antes del brote COVID-19 que disparó los ciberataques a un nivel completamente nuevo. La sofisticación de los hackers también está aumentando rápidamente, y las empresas deben ser más creativas que nunca en la defensa de sus activos con precio. Para las pequeñas empresas con presupuestos mínimos de ciberseguridad, adoptar un enfoque reactivo suele ser la opción más fácil. La subcontratación de servicios de ciberseguridad puede ayudar a muchas PYMES a evitar esta preocupación y a ser más proactivas.

Dado que los expertos predicen que los costes de la ciberdelincuencia alcanzarán los 6.000 millones de dólares este año (2021) y superarán los 10.000 millones en 2025, las empresas deben hacer algo más que reaccionar. Además de sus actuales estrategias reactivas, los líderes empresariales deben invertir en la implementación de estrategias proactivas que ayuden a sus organizaciones a identificar las vulnerabilidades y amenazas antes de que lo hagan las entidades maliciosas. Además, el clima actual de ciberseguridad obliga a las empresas a supervisar sus entornos de forma constante y a observar las tendencias de ciberseguridad en sus sectores.

Inconvenientes de la ciberseguridad reactiva

Estar constantemente sofocando incidentes

En lugar de seguir un formato planificado y estratégico, un enfoque reactivo de la ciberseguridad pone a tu empresa en una posición en la que estás respondiendo constantemente a las nuevas amenazas a medida que surgen. Teniendo en cuenta que el coste medio de las filtraciones de datos en los Estados Unidos es de 8,6 millones de dólares, esta puede ser una apuesta costosa.

Siempre se está un paso por detrás

A partir de 2020, el Foro Económico Mundial informó que la tasa de detección de ciberataques es tan baja como el 0,05% en todo Estados Unidos. La verdad es que la mayoría de las empresas pasarán por alto los primeros signos de ciberataques hasta que las entidades maliciosas ya hayan empezado a causar estragos.

La regulación y los estándares de cumplimiento están aumentando

Con la mayor multa del GDPR hasta el momento, que asciende a 746.000.000 euros, las normas de regulación y cumplimiento están aumentando, y exigen que algunas empresas tomen medidas proactivas para proteger los datos de los usuarios. Por ejemplo, el cumplimiento del Reglamento General de Protección de Datos (RGPD) requiere que las empresas tomen una serie de medidas proactivas para garantizar y mantener la seguridad de los datos.

Siempre estás en peligro

Los ciberdelincuentes renuevan constantemente sus tácticas para volverse más sofisticados. Si adoptas estrategias reactivas, tendrás que volver a aprender con frecuencia cómo responder a estas amenazas dinámicas. Si adoptas exclusivamente estrategias de seguridad reactivas, tendrás que estar preparado para hacer frente a un mayor nivel de peligro en todo momento.

Las ventajas de la ciberseguridad proactiva

Sin un enfoque proactivo de ciberseguridad, tu empresa está constantemente en riesgo de sufrir una violación de datos. Sin embargo, la adopción de estrategias de seguridad proactivas permite tomar medidas preventivas contra los ciberdelincuentes.

Cuesta mucho menos el saneamiento

Dicen que es mejor prevenir que curar. Este es precisamente el caso de la respuesta a las ciber amenazas, y cuesta mucho menos en tiempo y recursos asegurar y parchear proactivamente las vulnerabilidades antes de que los actores maliciosos ataquen. ¿Prefieres pagar por adelantado para prevenir una violación de datos, o pagar después para solucionarla? Sin una ciberseguridad proactiva, las empresas pueden esperar unos costes de saneamiento escandalosos, como multas, indemnizaciones y pérdida de negocio en caso de infracción. Por ejemplo, la violación de datos de Target en 2013 ascendió a 18.500.000 dólares.

Descubrir sin problemas las amenazas internas

Las estrategias de ciberseguridad reactivas sólo abordan las amenazas externas a las que se enfrenta tu organización. Sin embargo, las estrategias de ciberseguridad proactivas pueden ayudarte a mirar hacia dentro y detectar o detener las amenazas internas. Las investigaciones muestran que las amenazas internas son responsables del 22% de las violaciones de datos a nivel mundial, lo que hace que la adopción de estrategias de seguridad proactivas sea aún más crucial.

Reforzar y madurar constantemente la posición cibernética

En respuesta a los retos actuales de ciberseguridad, es más importante que nunca tener una visión clara del entorno de ciberseguridad. Adoptar un enfoque proactivo ayuda a comprender el panorama de la seguridad y a realizar las optimizaciones pertinentes para adaptarse a las necesidades de la empresa.

Conclusión

Durante décadas, las empresas han adoptado principalmente un enfoque reactivo para combatir las amenazas de ciberseguridad. Aunque esto está muy bien, es sólo una parte del rompecabezas. Como las ciber amenazas son cada vez más complejas y sofisticadas, las empresas deben adoptar un enfoque completo para mitigar estos riesgos. La combinación de enfoques de ciberseguridad reactivos y proactivos completa el rompecabezas.

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